¿Cómo realizar el mantenimiento a una impresora?
La impresora es uno de los periféricos más importantes,
existiendo diferentes tipos; de matriz, de inyección de tinta, láser. Cada una requiere
cuidados distintos, como recomendaciones de limpieza y mantenimiento general
para mantenerlas en buenas condiciones.
Limpieza externa:
Es recomendable mantenerla limpia y libre de polvo, así como de exceso de tinta (que pudiera encontrarse dentro de la impresora o en los cartuchos de tinta). Para eso, podemos seguir los siguientes pasos:
· Primero, desconectamos la impresora de la computadora y de la fuente de alimentación
y la ubicamos en una superficie sólida para poder continuar.
· Una vez ubicada la impresora en el área de trabajo, procedemos a limpiar
con un paño seco todo el polvo que se encuentra en la parte exterior y en los
cables de alimentación de energía o de conexión de la computadora. Si la
impresora está manchada o tiene polvo acumulado, podemos utilizar un paño
humedecido con agua o alcohol isopropílico para retirar la suciedad y dejar la
carcasa de la impresora en perfecto estado.
· Secamos el exceso de humedad de la carcasa y luego de estos ya se podrá realizar la limpieza interna de la impresora.
Limpieza interna:
Para realizar la limpieza interna, necesitaremos un pincel o un paño
húmedo, con alcohol isopropílico.
Comenzamos abriendo la tapa de la impresora y con la ayuda de un pincel
y de un paño húmedo, retiramos el exceso de polvo y de tinta del interior, con
mucho cuidado de no forzar ninguna parte del mecanismo de la impresora ya que
este es muy delicado.
Podremos observar los rodillos que guían al papel, allí se acumula mucho polvo que retiraremos con cuidado. Seguidamente, retiramos el cartucho de tinta, la cinta (si es una impresora matriz) o el tóner (si es impresora láser) y limpiamos con el pincel el polvo acumulado en los soportes de estos y en los rodillos que guían los cabezales de impresión.
Una vez libre de polvo el interior de la impresora, empezamos a limpiar los cabezales de impresión, se debe hacer con mucho cuidado. Si la impresora es de matriz, sólo colocaremos el cabezal que sostiene las agujas de impresión en un depósito con alcohol isopropílico por unos minutos, lo sacamos del depósito y lo limpiamos suavemente con un paño limpio, suave y seco con mucho cuidado de no descalibrar las agujas del cabezal.
Si tenemos una impresora de inyección de tinta, procedemos de manera similar, con la diferencia que es recomendable sacar el cartucho de tinta y sumergirlo también en alcohol para liberarlo de obstrucciones de tinta seca. Luego, lo secamos con una servilleta de papel o con un paño suave y seco. De ser posible, es recomendable cambiar el cartucho o recargarlo, sobre todo si está a punto de agotarse, para evitar que se sobrecargue el trabajo de la impresora.
Una vez limpios los cabezales, sólo resta limpiar la barra en donde se
desplaza el carro de impresión, para realizar esto, procedemos a humedecer un
paño seco y frotamos con cuidado la barra plateada hasta observar que cuenta
con una película lubricante, que facilitará el trabajo de impresión y la
protegerá de efectos abrasivos.
Seguidamente, procedemos a colocar la cinta de impresión, los cartuchos
de tinta o el tóner y cerramos la impresora, finalizando así el trabajo.



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